lunes, 14 de febrero de 2011

Cambiar de carrera

Muchos somos los jóvenes que, cada año, se encuentran ante la gran disyuntiva de continuar o no con la carrera que han escogido. Algunos toman rápidamente la decisión y actúan en consecuencia. Otros, mientras tanto, necesitan de un período de asimilación más prolongado para poder decidirse.Gracias Dios  no me ha pasado pero si a personitas muy cercanas a mí .



Si este es tu caso, seguramente debes estar experimentando un sinfín de emociones, horas de reflexión, dudas y angustia.

¿Por qué estoy considerando un cambio?
Los motivos más frecuentes para pensar en cambiar de carrera son los siguientes:
  • Idealización de la carrera: tal como hemos mencionado en otro artículo, en muchas oportunidades la falta de información sobre la carrera, la formación de una imagen errónea acerca de la misma, la idealización del mundo universitario, son algunas situaciones que llevan a preguntarse sobre lo acertado de la elección.


  • Fracaso en exámenes: la primera tanda de parciales suele ser un momento clave en la trayectoria universitaria. Es lo que los jóvenes asumen como “indicador” de lo que será su futuro educativo. Lo que hay que diferenciar aquí es si el supuesto fracaso, que no es más que un pequeño tropiezo, se debe verdaderamente a una cuestión vocacional o si está más relacionado con una inapropiada modalidad de estudio o con dificultades en la organización. Dentro de este punto debemos mencionar la importancia del nivel educativo previo. Si la educación secundaria recibida ha sido pobre o cuando no se ha preparado lo suficiente al alumno para afrontar las exigencias de un primer año universitario, los resultados pueden ser negativos. El protagonista se encontrará sin herramientas para manejar tanto los contenidos como las situaciones que se le van presentando.


  • Incertidumbre vocacional: tiene lugar cuando la pregunta central del cuestionamiento es “¿es realmente esto lo que quiero para mi vida?”, “¿es ésta la carrera para mí?”. Suele surgir cuando, una vez insertados en la facultad, conociendo otros estudiantes y profesionales del rubro, sentimos que tal vez ese no sea el lugar para nosotros.

Existen algunos momentos que son particularmente vulnerables para los replanteos de carrera. Uno es, tal como mencionamos, a mediados del primer año, con los primeros exámenes. Otra instancia particular se da aproximadamente en el tercer año, cuando se promedia la cursada, las materias empiezan a ser más específicas y hay un mejor reflejo de lo que implican tanto la carrera como la profesión.


Cualquiera sea el caso, cualquiera sea el motivo, nada está perdido y, por el contrario, aún te aguarda un gran desafío. :)

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